C/ Serrano 110, 28006. Madrid. Tlfno: 915 63 34 31
Descripción general
Haciendo esquina en Serrano con Diego de León, la verdad es que por fuera no llama nada la atención. Por dentro es un restaurante súper acogedor y muy romántico, tiene una decoración cálida y agradable tanto para cena en pareja como en grupo. Música jazz de fondo y a partir de una hora, ponen a una DJ para ambientar la sala y bajan un poco la música.
Es de los mismos dueños de Whitby.
El servicio es muy atento, sabiendo recomendar y aconsejar los mejores platos de la carta.
Valoración de la comida
Platos principalmente franceses, con precios bastante buenos. Podéis consultar el detalle aquí. Éramos un grupo de 5 personas y pedimos todo para compartir y así poder probar de todo. Para empezar tomamos el crepe de queso de cabra con tomate confitado (10,90€), buenísimo, muy recomendable, viene con bechamel y en cazuela de barro.
Compartimos también los mejillones al vapor (11,75€). Nos decepcionaron un poco, porque son pequeños y no con mucho sabor. Acostumbrados a los españoles a mi siempre me ha parecido que no tenemos nada que envidiar a los franceses o belgas, ni mucho menos.
El camarero muy amablemente nos fue recomendando las cantidades que debíamos pedir para que pudiéramos probar todo. Así que tomamos dos de raviolis de setas y foie (15€). Buenísimo, la pasta es muy fina, casera.
Arroz cremoso con calamares (12,60€), nos encantó, está suave y con un sabor riquísimo.
También picamos el mi-cru de pez mantequilla (16,10€). No me pareció lo más espectacular, viene pasado por la plancha vuelta y vuelta y con salsa de sésamo.
Probamos las sardinas (12€) que al principio nos pareció un plato curioso, pero cuando llegó a la mesa nos encantó, muy recomendables.
Y por último para compartir, pedimos el ragout de jabalí (15,80€), viene en cazuela directamente a la mesa y está buenísimo, con una salsa parecida a la de las carrilleras y con verduritas de acompañamiento.
De postre, compartimos el coulant de chocolate con helado (6€), que nos decepcionó porque por dentro estaba un poco pasado y no se deshacía.
Y la gran recomendación del camarero que era la tarta de limón (7€), está buena pero te tiene que gustar ácida, a mi me gustó mucho.
Precio medio
33€ con botella de vino. Las copas entre 8 y 10€.
Otros datos de interés
- No hay ni parking, ni aparca coches.
- Aceptan tarjetas de crédito.
- Reservan mesa
Valoración
8,5/ 10
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