Descripción general

Este restaurante se encuentra ubicado al lado del Campo de las Naciones.

Muy bien decorado y ambientado. Por el día, con todas las cristaleras, es muy agradable, porque tiene mucha luz. Y por la noche, aunque no hemos estado, tiene que ser muy romántico, con velas y la decoración bonita, todo en tonos blancos.

Valoración de la comida

Nada más llegar, te ponen a modo de aperitivo una empanadilla, algo que nos pareció un detalle, ya que en la mayoría de los restaurantes se está perdiendo la buena costumbre de poner algo de picar como cortesía nada más llegar. Otro detalle positivo es que te ponen directamente dos tipos de pan por persona y con mantequilla.

De entrante, pedimos un timbal de verduras que estaba rico pero no era demasiado destacable, ya que tampoco es un plato de por sí muy sofisticado. De segundo, pedimos un entrecot con torta del Casar que estaba muy rico, carne buena de bastante buena calidad y bien cocinada.

De postre, coulant de chocolate, riquísimo. De hecho ya habíamos leído antes de ir que los postres eran muy recomendables, ya que todos son caseros.

Un sitio muy rico y muy bueno, sobre todo para disfrutar en pareja aunque también está bien para ir en grupo.

Precio medio

Toda la comida, con una botella de agua y dos copas de vino, unos 33 € por persona.

Valoración

8/10